La potencia de la VR en el aula proviene de provocar una experiencia gestionada, con intencionalidad pedagógica.
Los maestros tenemos una gran responsabilidad. Desplegar el potencial y la grandeza de todo nuestro alumnado, creando espacios de oportunidad, de confianza y de participación para que muestren ese espíritu curioso que llevan dentro.
La RV nos permite derribar las paredes del aula y transportarnos a cientos de escenarios donde poder explorar "in situ" el entorno y los detalles como si estuviéramos allí realmente.